House of Cards y los Mandalas para colorear. [1]

Quizá hayas visto la serie de televisión House of Cards o quizá no. Pero no importa, en la Casa tampoco la hemos visto.

Lo que nos ha impresionado es una escena en particular: varios monjes budistas en estado de meditación se encuentran realizando un Mandala, nada más ni nada menos que en la Casa Blanca.

Este episodio nos ha inspirado a profundizar sobre el Mandala como una expresión del espíritu así como de la sutileza y la enseñanza sobre la impermanencia de nuestra existencia.

El Mandala como símbolo del crecimiento espiritual.

En el discurso religioso de la India, el término "Mandala" se refiere a un área espiritual o sagrada; a un círculo; a un diagrama concéntrico; o a un grupo de objetos -formas divinas y humanas, terrenales y cósmicas, ideas y símbolos- organizados en un patrón reunido alrededor de un punto central, donde surgen experiencias espirituales y donde puede encontrarse la Iluminación interior.

Desde un punto de vista artístico, el Mandala representa una abstracción pictórica o geométrica; dentro de ella se profundiza en la percepción espiritual de las formas simbólicas, las sílabas, las deidades sagradas o los seres iluminados. Además, tiene la función de "materializar" las cualidades del espíritu en los pétalos de una flor: la Flor de Loto.

La Flor de Loto y los tres misterios del budismo tibetano.

La Flor de Loto es el símbolo del despliegue creativo, tanto cósmico como espiritual, por lo que se le ubica en el centro del Mandala.

Tradicionalmente, los templos, especialmente en el Tíbet, incluían el símbolo de la Flor de Loto en el centro; el tempo contenía un área cuadrada formada por cuatro aperturas en representación de los puntos cardinales y se encontraba rodeado por tres anillos mágicos que protegían la vida: un Círculo de Flores de Loto; un Círculo de Cetros Diamantinos; y un Círculo de Fuego. Es decir, los tres grandes misterios del budismo tibetano.

El Círculo de Flores de Loto: el misterio del cuerpo.

El término "cuerpo" no se refiere sólo al físico sino al universo en su totalidad, el cual representa el cuerpo cósmico. Nuestro cuerpo físico es una reproducción en miniatura.

El Círculo de Cetros Diamantinos: el misterio del habla.

El "habla" no sólo se refiere a las palabras o conceptos, sino que es el principio que subyace a toda imagen y comunicación espiritual a través de un símbolo auditivo, visual o en forma de pensamiento.

Es el misterio del sonido creativo; el poder de construir formas creativas y de llevar a la realidad los mantras -el Sonido Primero y el inmenso deseo tanto de profetas como poetas a seguir el impulso de crear por siempre las palabras de los mantras-.

Estas palabras serán evocadas por aquel que sepa cómo usarlas, por aquel que siga ese impulso para volver realidad las apariencias e imágenes de los dioses o las combinaciones de fuerzas. Es el principio de la conciencia completamente altruista y la indestructibilidad "diamantina" de nuestra naturaleza interna.

El Círculo de Fuego: el misterio del espíritu.

El misterio del "espíritu" se refiere a la transformación profunda del corazón humano, cambiado lo espiritual en real, lo inmaterial en material, lo eterno en finito y lo Universal en Individual. En el budismo, el fuego simboliza la Sabiduría suprema. Es el reflejo de la Verdad sin distorsión.

Los meses meditando y los mandalas para colorear.

Bajo esta cosmovisión, los mojes budistas pasan semanas y meses meditando mientras realizan un Mandala. Al final, lo destruyen para reafirmar la enseñanza sobre el desapego, la impermanencia de todas las cosas y, en lo profundo, para su crecimiento espiritual.

Para concluir este artículo y hacerle honor a su título, les compartimos el siguiente enlace (da click) que contiene una serie de Mandalas para que los imprimas y disfrutes el arte de colorear y entres en la práctica de una técnica de meditación activa que, según las edades, puede tener repercusiones y profundidades diferentes. Colorear Mandalas contribuye a los siguientes objetivos: [2]

• Concentrase y/o meditar sobre unos temas concretos.

• Entrar en contacto con la propia esencia.

• Expresarse mejor con el mundo exterior.

• Desarrollo de la paciencia.

• Despertar de los sentidos.

• Escuchar la voz de tu intuición.

Recomendación: Colorea tu Mandala comenzando por el centro hasta llegar al círculo de mayor tamaño.

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Notas:

[1] El contenido de este artículo fue tomado de la siguiente obra:

LAMA ANAGARIKA GOVINDA, "Mandala", Ed. BODHI, México, 1999. Págs. 15 a 19.

[2] ALBOAN, "Los Mandalas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio", Ed. ALBOAN, España, 2008. Págs. 12 a 14.